Ya lo dijo el gran Antonio Machado: el camino se hace andando; estoy convencido. Pero bien es cierto que hay quien parte de un camino llano en línea recta hacia el triunfo y quien, por contra, parte desde un lugar opuesto siendo su camino un zigzag dibujado sobre montaña rocosa. Hay quien encuentra su destino a la vuelta de la esquina y quien por contra tiene que hacer más kilómetros que una nave camino a la Luna. En cualquier caso, si continúas andando, a algún lugar llegarás, no cabe la menor duda. No importa si el camino te gusta o no puesto que lo pasarás de largo y terminará por quedar atrás. Disfrutemos de cada pequeño detalle que encontremos en el trayecto con actitud positiva: sonriendo, cantando, bailando, hablando y mirando a los ojos de cada peregrino que tropiece con nosotros, porque algún día el camino llegará a su último recodo de no retorno. El camino quieras o no se hace andando, aunque utilices bici, patinete, o vehículo a motor… No importa, tus piernas te lo pedirán. ¡Andando, coño!
Siendo así, nos vemos en el camino.
¡Piernas para qué os quiero!
Leave a Reply